Melani

Melani está a punto de cumplir sus 15 años, edad inolvidable para toda adolescente. Tan inolvidable como ella misma, la conozco desde que tenía 12, cuando era una niña fragil y tímida, cuando buscaba apoyo, refugio y consuelo en otras personas, cuando no era segura de si misma, cuando su cuerpo no estaba desarrollado pero ya era poseedora del rostro con más personalidad que conozco. Sus rasgos árabes rubricados por dos ojos almendrados, perdidos entre pestañas largas y un par de cejas pobladas que hacen de su rostro el más interesante de la creación, la hacen por demás atractiva.
Ahora con sus casi quince años, se ha desarrollado y es poseedora de unos pechos jovenes, grandes y redondos; por alguna razón sus gluteos son apenas más grandes que el de sus amigas y los de su hermana mayor, pero eso la convierte en una diosa pagana a punto de arrastrar al infierno a aquellos que la adoran... y todo eso con su mirada, que esquiva, que busca, que huye...
Sí, ella es imposible, quizás porque sea muy pequeña, quizás porque sea una diosa de oriente y nosotros simples mortales...